La pandemia ha cambiado muchas cosas, pero lo que no ha cambiado es la necesidad de descansar y divertirse durante el verano. El año 2020 está siendo muy complicado debido al impacto del coronavirus, pero por eso mismo, unas vacaciones saludables son más necesarias que nunca.
Es posible que, a pesar del merecido descanso, algunas personas no puedan tomarse unos días de asueto de la forma en que lo venía haciendo habitualmente en verano; pero eso no es motivo para dejar de lado la salud. Unas buenas vacaciones son útiles para reorganizar prioridades, reducir el riesgo de ciertas enfermedades, recargar pilas para la vuelta al trabajo, mejorar la salud mental o refrescar las relaciones personales. Algunos estudios indican, incluso, que el simple hecho de tomarse unas vacaciones reduce la mortalidad. ¿Cuánto se podría reducir si además están centradas en la vida saludable?
Recomendaciones para unas vacaciones saludables
El verano 2020, en plena crisis sanitaria mundial, más que nunca, debe ser el verano de las vacaciones saludables. Te contamos cómo puedes conseguirlo.
Acciones habituales en la nueva normalidad
Las medidas para evitar contagios se mantienen a pesar de haber finalizado el Estado de Alarma. Así, es importante tener en cuenta, en todo momento, las recomendaciones básicas: lavado de manos frecuente, distancia de dos metros entre personas, uso de mascarilla y evitar aglomeraciones.
Tiempo de ocio y relax
Siendo el descanso uno de los grandes objetivos de las vacaciones, es necesario tomarse tiempo para disfrutar de lo que más gusta hacer y, sobre todo, de aprovechar para mimarse un poco. El verano es un periodo ideal para mejorar las horas de sueño, disminuir el tiempo dedicado a las tareas domésticas y vivir de una forma más pausada. Además, se puede aprovechar para retomar hobbies que durante el año es complicado mantener, como la lectura, la pintura o la música.
Mejores lugares para pasar las vacaciones
Partiendo de la recomendación general de no ir al extranjero, hay que tener en cuenta los lugares donde el contagio por coronavirus es más difícil: espacios abiertos, al aire libre y sin masificación. Estos destinos, más saludables en condiciones normales, también dificultan la propagación del virus en estos momentos.
La limpieza, absolutamente fundamental
Siempre necesaria, la limpieza es también una aliada para evitar contagios. Tanto en el domicilio habitual como en la residencia de verano, es necesario mantener una rutina de limpieza habitual, prestando especial atención a las zonas y elementos que más se usan. Además, no se debe descuidar la ventilación ya que es importante renovar de forma constante y adecuada el aire de los espacios cerrados.
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Disfrutar con moderación
Siempre tendemos a que el disfrute sea máximo, pero conviene recordar que algunas alegrías se convierten fácilmente en penas cuando hablamos de salud. Unas vacaciones saludables empiezan por no descuidar la dieta y no olvidar el ejercicio físico. Es común que en el verano no pensemos en la báscula y el gimnasio, pero no debemos caer en la tentación de atracones diarios y vida sedentaria. Se puede aprovechar para comer lo que más apetece, pero de forma variada y sin excesos; del mismo modo que aunque no se practique ningún deporte, se puede sacar un rato cada día para caminar.
Desconexión digital
Durante el periodo de vacaciones, los trabajadores tienen derecho a la desconexión digital; es decir, a no contestar a comunicaciones de trabajo con llamadas, mensajes o notificaciones. Siendo esto algo fundamental durante el tiempo de ocio, es recomendable llevarlo un poco más allá y limitar el uso de redes sociales y dispositivos móviles a nivel personal. De este modo se disfruta de un mejor descanso, mayor concentración, relajación postural y mayor sociabilidad.
Precauciones para la época más calurosa del año
El verano es para disfrutar del sol, pero con moderación y protección adecuada. Evita la exposición directa a los rayos UV en las franjas más calurosas del día, siempre con crema solar y sin exposiciones prolongadas. Por otro lado, conviene beber mucho líquido (especialmente agua) para evitar deshidratación y problemas intestinales.
Olvida la rutina del trabajo
Las vacaciones forman parte del propio trabajo y su función es, precisamente, relegarlo a un segundo plano. Para lograr esa desconexión necesaria es importante planificar la ausencia informando a los contactos importantes, delegando tareas imprescindibles y planificando las tareas para el regreso.
¡Felices vacaciones!