aparcabicis en comunidad de vecinos

Más allá del aparcabicis: cómo crear una Comunidad de Vecinos bike friendly

Puede resultar una afirmación sorprendente; pero la movilidad en bicicleta es la movilidad del futuro. Esta opción, ampliamente extendida en otros países, es cada vez más popular en Bizkaia por tres motivos fundamentales:

  • Es un medio de transporte sostenible, eficiente y no contaminante.
  • El ejercicio aeróbico tiene un impacto positivo significativo en la salud de las personas a nivel físico y mental.
  • En la mayoría de desplazamientos urbanos, es la opción más rápida y cómoda.

Así, las bicicletas son instrumentos clave para mejorar la salud de las personas, de forma directa o gracias a la reducción de la polución en las ciudades. Las Comunidades de Vecinos, como entornos al servicio de las personas y una parte extensa de nuestras ciudades, no deben permanecer ajenas a los beneficios de este medio de transporte. No solo para impulsar lo beneficios saludables del uso de la bicicleta (fortalecimiento del sistema cardiovascular, incremento de la resistencia física, reducción de la obesidad, disminución de enfermedades cardíacas, control de la diabetes, mejora del estado de ánimo, reducción del estrés…), sino para ser parte del cambio que necesitan las ciudades: reducción de las emisiones, mejor calidad del aire, ahorro de costes en combustibles fósiles, incremento del comercio local, liberación de espacio en la vía pública, ahorro de tiempo en desplazamientos, etc.

En la propia Comunidad de Propietarios, el uso de la bicicleta puede tener un papel destacado en la construcción de un entorno vecinal más fuerte, con una mejor interacción social, menores barreras y mayor sentimiento de pertenencia en torno a un estilo de vida activo y consciente que, a su vez, promueve cambios positivos en otros aspectos de la vida diaria comunitaria.

 

Cómo crear una Comunidad de Vecinos ‘bike friendly

Crear una Comunidad de Vecinos ‘bike friendly‘ que promueva el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible, saludable y amigable con el medio ambiente empieza con la concienciación. Se pueden organizar charlas o talleres para informar a los vecinos sobre los beneficios de utilizar la bicicleta como medio de transporte, normas de seguridad vial, respeto ciclista… Pero sobre todo, sobre las posibilidades de la propia Comunidad y los beneficios de apostar por la movilidad sostenible.

A partir de ahí, se deben promover las infraestructuras adecuadas, empezando por un aparcabicis seguro, como un cuarto de bicicletas. También es posible trabajar con el entorno local para solicitar a las administraciones carriles bici y señalización conveniente.

El trabajo en favor de la bicicleta no termina con su fomento, porque la Comunidad de Vecinos también puede ayudar en su disfrute. Sin olvidar la posibilidad de seguir organizando charlas o talleres, se pueden proponer clubs ciclistas para hacer salidas conjuntas, gestionar acuerdos con proveedores locales para lograr descuentos en equipamiento o accesorios, realizar cursos de mantenimiento de bicicletas, etc.

 

¿Cómo instalar un aparcabicis en tu Comunidad?

La instalación de un aparcamiento de bicicletas en los espacios comunes es lo mínimo exigible para facilitar el uso de la bici desde las Comunidades de Propietarios. Pero, si no es por responsabilidad social, que sea por prevención, ya que a partir de 2027 será obligatorio incrementar las plazas de aparcamiento para bicicletas en edificios residenciales.

En virtud de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios, los estados miembro de la UE tendrán que aplicar normativas para adaptar los edificios residenciales para mejorar la movilidad urbana puerta a puerta. Al menos, ofreciendo una plaza de aparcamiento de bicicletas por cada plaza de aparcamiento de coche; aunque dependiendo del desarrollo de las distintas normativas, podrían ser más (también se habla de 2 plazas de aparcamiento de bicis por unidad residencial).

Así, como Administrador de Fincas, y apoyándote en la Ley de Propiedad Horizontal, se deben promover juntas de vecinos para proponer la adaptación correspondiente en función de las condiciones del edificio. Para ello, será necesario realizar un estudio de las posibilidades previamente, eligiendo la mejor alternativa posible: parkings verticales, aparcamientos a doble altura, hangares, aparcamientos de suelo… pero siempre haciendo un uso razonable del espacio, permitiendo un uso cómodo de la instalación y de forma segura tanto para los usuarios como para las bicicletas.

Los cambios para instalar un aparcabicis deben aprobarse por tres quintas partes del total de los propietarios que, a su vez, representen las tres quintas partes de las cuotas. Si el importe de la cuota de instalación excede el de tres mensualidades ordinarias de gastos comunes, los propietarios no conformes no estarán obligados a pagar por la instalación; aunque si en el futuro requiere usar el aparcabicis y cambia de opinión, podrá abonar su cuota en los gastos de realización y mantenimiento, “actualizados mediante la aplicación del correspondiente interés legal”.

Adelantarse al cambio tiene varias ventajas. La primera de ellas es que los vecinos ganan espacio en sus viviendas al almacenar la bicicleta fuera de sus respectivas casas. Un aparcabicis es la mejor forma de adaptar el espacio a las necesidades de la movilidad urbana, evitando un uso anárquico del espacio común que pueda derivar en conflictos vecinales. Además, esta medida supone un avance respecto al trastero o parking tradicional, con orden y mejor aprovechamiento del espacio, mientras se facilita el uso cotidiano de la bicicleta.

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