mantenerse en forma en la oficina

Mantenerse en forma en la oficina

Reservar tiempo cada día para mantener un estilo de vida activo y realizar el recomendable ejercicio físico puede resultar muy complicado. Por eso, con el tiempo que pasamos en la empresa, una buena forma de mejorar nuestro estado físico es compatibilizar el tiempo de trabajo con el tiempo de actividad física. Mantenerse en forma en la oficina puede ser el mínimo recomendable para mantener el bienestar físico o un complemento a actividades deportivas más intensas, pero siempre resulta aconsejable.

 

Importancia del ejercicio en la oficina

Pasar largas horas sentado en un escritorio puede llevar a problemas de salud relacionados con la obesidad, la diabetes o dolores de espalda. Incorporando la actividad física en el día de trabajo se pueden prevenir estos problemas, así como mejorar otros relacionados con distintas patologías.  Pero además, el ejercicio libera endorfinas, que son conocidas como las hormonas de la felicidad. Así, mantenerse en forma en la oficina es una manera de reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo, aumentar la concentración y, en consecuencia, incrementar la productividad. Por otro lado, la realización de pausas activas en la oficina ayuda a mantener los niveles de energía más altos y a aumentar la creatividad, dando como resultado una mayor eficiencia en el trabajo.

Pasando gran parte del día en la oficina, también es importante fomentar la interacción social. El deporte, en general, es un elemento recurrente en el fortalecimiento de los vínculos y la mejora del ambiente laboral, entre otros muchos beneficios. Por eso, realizar actividades físicas en grupo refuerza estos rendimientos.

La relación entre bienestar y competitividad está más que probada. Desde el punto de vista de la empresa, toda acción destinada a mejorar la salud y el bienestar de los empleados tiene importantes réditos. Los empleados más en forma suelen tener un sistema inmunológico más fuerte y son menos propensos a faltar al trabajo por causa de enfermedades comunes. Además, como se ha comentado anteriormente, la actividad física regular puede mejorar los indicadores de productividad y eficiencia.

De puertas afuera, una empresa saludable, que valora la salud y el bienestar de su equipo, es vista como más atractiva por posibles candidatos y clientes, lo cual puede suponer una ventaja competitiva.

 

Cómo mantenerse en forma en la oficina

Existen dos elementos clave para crear una rutina de ejercicio físico en un espacio de trabajo. El primero, es crear el hábito; es decir, reservar un momento de cada día para ejercitar el cuerpo. El segundo, es encontrar las mejores prácticas según las condiciones existentes: el estado físico de la persona, el tipo de trabajo, el espacio disponible, etc.

A partir de ahí, es posible mantenerse en forma en la oficina de diversas maneras:

  • Programar pausas breves para caminar, estirar o hacer ejercicios de respiración durante el día. El sistema pomodoro puede ayudar a organizar el trabajo diario incluyendo estas pausas activas.
  • Incluir el ejercicio en el día a día; optando por las escaleras en lugar del ascensor, desplazándose a la mesa de los compañeros en lugar de comunicarse por email y, si es posible, ir a trabajar andando o en bicicleta.
  • Involucrando a otros compañeros para reforzar la rutina de entrenamiento. Las actividades que se realizan con otras personas no solo son más agradables, sino que es más fácil reforzarlas. Crea un equipo para hacer ejercicio a lo largo del día, acudir al gimnasio antes de comer o estirar en pareja.

 

Cómo favorecer el bienestar físico en la oficina

Incluir el ejercicio físico en la vida diaria requiere motivación, constancia y compromiso. Pero la empresa tiene mucho que decir en este apartado, ya que hacerlo en las instalaciones corporativas tiene sus implicaciones. Por ejemplo, en un lugar de trabajo de cara al público puede no ser considerado adecuado y es necesario reservar un espacio privado.

La empresa no puede ser nunca un freno a este tipo de prácticas. Así que, como mínimo, la dirección debe fomentar, apoyar y garantizar que toda la organización lo vea como algo perfectamente normal. En el extremo contrario, podemos encontrar organizaciones de primer nivel que instalan gimnasios en sus sedes o que ofrecen incentivos para participar en actividades físicas organizadas por la propia empresa. Pero esto no está al alcance de cualquier compañía, aunque no hace falta llegar a eso para ayudar a los empleados a mantenerse en forma en la oficina:

  • Facilita escritorios ajustables que permitan, según el momento, trabajar de pie o sentado.
  • Apuesta fuerte por la ergonomía y el diseño de espacios adaptado.
  • Cuida los básicos, como la limpieza saludable y la prevención de riesgos.
  • Implementa programas de bienestar que promuevan la actividad física y la alimentación saludable.
  • Ofrece flexibilidad horaria para realizar ejercicio antes o después del trabajo.
  • Contrata a un profesional para elaborar un programa de ejercicios y estiramientos para realizar en el espacio laboral.

 

Permitir a los empleados mantenerse en forma en la oficina puede suponer el éxito para tu organización. Una empresa con mejor ambiente laboral, con equipos más creativos, personas más motivadas, mayor productividad, nuevas cotas de eficiencia, mejor reputación, menor absentismo, retención del talento… ¡Aprovecha la oportunidad!