Las visitas al médico son una realidad casi diaria para muchas personas. Las visitas de bienestar a los médicos son, muchas veces, críticas para mantener el cuerpo en buen estado, corregir problemas o prevenir enfermedades evitables. Entre cita y cita, depende de cada cual mantener unos buenos hábitos de salud y practicar las acciones necesarias para que las cosas sigan en orden. Al igual que las personas requieren esa atención constante y al detalle, las edificaciones también necesitan controles de bienestar regulares y un mantenimiento preventivo para seguir siendo edificios saludables y garantizar un rendimiento óptimo. La limpieza ecológica, el mantenimiento de instalaciones y los facility services son el equivalente para edificios de los médicos de las personas.
Estos servicios tienen la responsabilidad de descubrir y abordar los problemas antes de que se conviertan en mayores, detectando desviaciones que puedan afectar a la salud y la experiencia de los ocupantes de un espacio, generalmente cerrado, siguiendo las mejores prácticas para prolongar la vida útil de los equipos, la seguridad de las instalaciones y esperando siempre lo inesperado.
Cómo se crean edificios saludables
En el mundo de la limpieza y los servicios auxiliares, los edificios son seres vivos. Estos seres vivos incluso respiran, y una prueba gráfica de ello pueden ser los cristales empañados o las manchas de humedad que pueden aparecer en las paredes cuando el aislamiento del exterior es excesivo. Al igual que tú realizas chequeos de salud, acudes al médico ante los síntomas de algún problema o disfrutas periódicamente de masajes relajantes y visitas al spa, los edificios saludables también requieren sus cuidados para seguir siéndolo.
Chequeos diarios de bienestar
Para mantener los edificios saludables se necesitan, en primer lugar, las inspecciones diarias que constituyen la primera línea de defensa. Revisar los principales sistemas que mantienen en funcionamiento los edificios es clave: la seguridad contra incendios, la iluminación, los sistemas de suministro de agua, la retirada de residuos, el funcionamiento de los ascensores…
Estos son los sistemas que están relacionados, primero, con la seguridad de las personas; y segundo, con el estado de ánimo, la productividad y/o la ejecución de las actividades clave que se desarrollan en ese edificio. En algunos casos, habitualmente en edificios muy grandes o con gran afluencia de gente, se asignan rondas diarias para realizar las comprobaciones. Algo equivalente a comprobar si duele algo en nuestro cuerpo y hacer unos buenos estiramientos cuando nos levantamos por la mañana.
Calidad del aire
Los edificios saludables requieren un aire saludable. La calidad del aire siempre ha sido una preocupación importante en la gestión de instalaciones, pero a partir de la pandemia de Covid-19 ha pasado a ser una cuestión crítica. Ahora no es inusual que los inquilinos de un edificio soliciten informes sobre la calidad del aire para asegurarse de que el aire que están respirando es saludable.
Existen profesionales especializados en la realización de evaluaciones anuales donde miden el flujo de aire, las tasas de intercambio y, finalmente, determinan si la calidad del aire es adecuada para cada espacio. Pero para garantizar el éxito en esas mediciones, es importante el trabajo rutinario que se realiza en los interiores para mejorar la calidad del aire.
Prevención de enfermedades
Las personas seguimos muchas prácticas para prevenir enfermedades y mantener el cuerpo en funcionamiento: realizar ejercicio adecuado al estado físico, comer alimentos variados, beber agua regularmente, dormir lo suficiente… La finalidad última de un edificio saludable es preservar la salud y el bienestar de las personas que lo utilizan. Que todo funcione correctamente, por ejemplo, es solo una de las estrategias para lograrlo; pero no podemos perder de vista el objetivo.
Una rutina de Limpieza ECO Friendly es la mejor medida para conseguir que las personas vivan y trabajen en edificios saludables. Además de las aportaciones inestimables en el mantenimiento general del edificio (eficiencia energética, gestión de residuos, incremento de la productividad, etc.), la limpieza eco cuida de las personas previniendo enfermedades comunes, eliminando elementos perjudiciales para la salud y creando espacios que ofrecen bienestar.
Mantenimiento de edificios
El mantenimiento preventivo es la mejor herramienta para mantener funcionando los edificios y prevenir fallos. Porque no podemos tener edificios saludables si alguno de sus elementos clave no funciona o tenemos continuas paradas y perjuicios a su actividad diaria por sistemas que siempre dan problemas. Siempre pueden ocurrir situaciones atípicas, pero cuando un edificio recibe un correcto mantenimiento son mucho más reducidas y, sobre todo, cuando todo el sistema está preparado para lo inesperado, la solución es más eficaz y ágil.
Los fallos inesperados crean un efecto dominó, provocando otros fallos en los distintos componentes del mismo sistema. Igual que si te duele la cabeza no puedes realizar un ejercicio físico de calidad, si no funcionan los ascensores se pueden colapsar las escaleras, hay mayor riesgo de caídas, retrasos en la actividad habitual, etc. Esto tiene impactos asegurados en el bienestar y la comodidad de las personas, pero también puede tener impactos negativos en la salud o paradas completas de actividad (por ejemplo, por necesidad de evacuación).
Atención urgente
A veces, incluso con medidas de salud preventivas, surgen problemas de forma repentina. Cuando esto ocurre, lo importante es tener un plan de acción:
- Diagnóstico. Los edificios más vanguardistas cuentan con un sistema de gestión o automatización que puede proporcionar datos de rendimiento. En cuanto algo empieza a fallar o aporta datos de alguna ineficiencia, el equipo de mantenimiento puede realizar una exploración más exhaustiva para determinar fallos, causas y consecuencias. Si no contamos con un sistema de este tipo, la mayoría de procesos de los edificios actuales tienen procedimientos similares para detectar posibles problemas (por ejemplo, el sistema de ventilación), aunque al no estar integrado es más compleja la revisión. En cualquier caso, el diagnóstico es crucial y, como ocurre con el cuerpo humano, la solución es más difícil cuando el problema se manifiesta claramente (por ejemplo, cuando se atasca el baño).
- Segunda opinión. Cuando un problema grave se materializa, quizá no haya tiempo que perder y se deba actuar directamente; pero muchas veces, una segunda opinión puede ser de ayuda para identificar el problema (si no está suficientemente claro) y/o encontrar soluciones. Un equipo experto siempre es una garantía, pero nunca está de más consultar con otros colegas, en el caso del equipo de mantenimiento, o con otros proveedores, en la posición del cliente. Muchas veces, ante incidencias muy concretas, conviene consultar a expertos muy concretos. En el ejemplo de los servicios de limpieza, si tu proveedor actual realiza rutinas periódicas y todo parece limpio, pero el absentismo no se frena ni se reduce en tu empresa, tienes un indicador clave de que necesitas una segunda opinión.
- Documentación. Los datos de un paciente, como el historial de alergias u operaciones, son cruciales cuando aparece una nueva enfermedad. En los edificios saludables que quieren seguir siéndolo pasa lo mismo. Es siempre recomendable llevar una documentación clara y al día, con todas las implicaciones, para saber cómo proceder en el futuro o para encontrar fallos en el procedimiento a medida que se van tomando acciones para solventar una emergencia. No importa lo urgente del trabajo, siempre se deben registrar las acciones, todos los pasos dados, los contactos realizados, fechas, horas… y ejecutar la revisión por parte del supervisor.
- Cuidados paliativos. En la gestión de un edificio no todo es blanco o negro. A veces, los profesionales que deciden tienen que determinar si hay que reparar un equipo, si hay que cambiarlo, o incluso, si hay que asumir que falle. El foco debe estar siempre puesto en la salud general del edificio y de todas las personas que lo utilizan. En los casos extremos, cuando se debe permitir el fallo de ciertos sistemas, es importante trazar un cuidadoso plan de paliativos. De este modo, el sufrimiento ante nuevos fallos será mínimo, con un procedimiento claro para actuar, y además, se podrán proponer trabajos rutinarios para que el siguiente fallo sea menor y más alejado en el tiempo.
Invertir en bienestar siempre tiene sentido
Hay casos y casos, pero en el trabajo, todavía hoy (cuando ha pasado tiempo desde la pandemia y la gente se ha reincorporado o ha seguido con su rutina de muy distintas formas), las personas muestras una fuerte preferencia por el trabajo en remoto. Sienten que es más fácil, más cómodo y, en algunos casos, que les proporciona mayor bienestar físico y mental. Crear edificios saludables puede ser una estrategia para que aquellas personas que se enamoraron del teletrabajo, apuesten por un método híbrido o vuelvan a la oficina (teniendo en cuenta los beneficios que esto tiene para el trabajo en equipo o el fortalecimiento de los vínculos).
Según un informe del MIT, la demanda de edificios saludables irán en aumento en los próximos años; y un 89% de los trabajadores ya están demandando compromisos con su bienestar en el trabajo. La gestión de instalaciones, la limpieza de edificios y los servicios auxiliares son clave para crear edificios saludables, añadiendo comodidades que apoyan ambientes de trabajo más saludables y tranquilos, con trabajadores que gozan de un mayor bienestar y salud. Los jardines, las salas de descanso o los espacios para practicar yoga están muy bien; pero lo primero es garantizar que los lugares donde trabajamos y vivimos son edificios saludables.
Estas medidas valen la pena. Como muestra, el mismo estudio del MIT indica que las certificaciones de edificios saludables hacen que los inmuebles se alquilen más rápido, y el precio que se paga por su compra en Estados Unidos es entre un 4% y un 7% mayor solo por este motivo. Nadie quiere una instalación enferma que no funcione correctamente: son perjudiciales para las personas, pero también para los negocios. Los médicos de los edificios de Rivera asumimos el juramento hipocrático para mantener los estándares de tus instalaciones, siguiendo las mejores prácticas y asegurándonos de hacer todo lo posible para mantener tu oficina saludable.