Tras las vacaciones de verano, septiembre es, en muchos sentidos, un nuevo comienzo con la vuelta al trabajo. Más que la entrada en el nuevo año, la reincorporación del mes de septiembre es una oportunidad excelente para poner rumbo fijo hacia la consecución de los objetivos de la empresa. Y no hay mejor forma de avanzar por ese camino que la motivación del equipo.
El comienzo de un nuevo curso es el momento ideal para dar motivos a las personas de la organización. Porque motivar no es dar ánimos; motivar es dar razones. Es ayudar a encontrar, a seguir, a aprender, a colaborar y a competir para que el equipo se convierta en una referencia frente a la competencia.
La dirección de las empresas tiene a la motivación del equipo como un tópico que, a menudo, se malinterpreta. Y es que, la motivación, es una cuestión compleja y en buena parte, desconocida. Se puede trabajar y se puede propiciar, pero hay situaciones en las que hace aparición y, aparentemente en las mismas condiciones, en otras situaciones no. ¿Cómo evitar que falte la motivación del equipo?
No es posible responder a esta pregunta en una sola frase con un puñado de palabras. Pero sin lugar a dudas, la motivación del equipo empieza con su felicidad.
Puede sonar a tópico, pero pocas verdades hay en el management más absolutas que esta. Un equipo en el que sus integrantes no se sientes felices respecto a su trabajo, no puede estar motivado, o al menos, no puede estarlo de forma sostenida en el tiempo. Por este motivo es tan importante que las necesidades más básicas estén cubiertas y también, que se preste atención al salario emocional por parte de la empresa.
Las necesidades básicas de los empleados son aquellas que, en todo caso, deben estar garantizadas siempre. Se puede hablar de beneficios, se puede hablar de técnicas de motivación y se puede hablar de salario emocional; pero todo ello se debe sustentar en una base sólida:
- Salario digno y acorde al desempeño.
- Seguridad y prevención de riesgos en el puesto de trabajo.
- Expectativas de futuro y planes de carrera.
- Objetivos definidos.
- Entorno saludable para el trabajo.
- Trato justo, respetuoso e igualitario.
- Limpieza e higiene de los espacios de trabajo.
- Garantías para el adecuado descanso.
- Material adecuado para el desempeño del trabajo.
El salario emocional, otro de los grandes tópicos de la gestión de personas, es un elemento muy importante. Como se ha comentado anteriormente, este sería un segundo paso para que el equipo sea más feliz y, por tanto, se pueda trabajar en su motivación. Si las necesidades básicas no están cubiertas, estas acciones pierden casi todo su valor, si es que no se convierte en pura palabrería:
- Buena comunicación.
- Entorno creativo e innovador.
- Desarrollo profesional y desarrollo personal.
- Cultura empresarial positiva.
- Responsabilidad Social Corporativa.
- Promoción de la salud.
- Planes de bienestar en el puesto de trabajo.
- Buen ambiente laboral.
- Otros.
El secreto de la motivación
La motivación no siempre aparece cuando más se necesita. Como se ha dicho anteriormente, se puede buscar, fomentar y favorecer; pero puede haber un pequeño margen de error. Ocurre, a veces, en el ámbito deportivo, cuando un equipo es capaz de cuajar una mejor actuación contra rivales de mayor categoría.
La motivación en la empresa debe ser constante. Eso no significa que haya días que, por distintos motivos, el rendimiento es menor. Pero la motivación debe ser un estado que dirige la conducta hacia unas metas determinadas, con un impulso que persiste en la realización de acciones que permiten culminar el objetivo. Es decir, la motivación no es un estado de ánimo.
El secreto de la motivación es que las personas se ven más influidas por los motivos que tienen para hacer algo; no por cómo se sienten respecto a cada tarea. Porque las emociones cambian y puede que algunas tareas gusten más que otras, pero los motivos permanecen. Por ello, la vida laboral debe estar marcada por estimulaciones y obligaciones; por consecuencias del trabajo. Es ahí donde un líder debe incidir para incrementar la motivación del equipo.
Cómo aumentar la motivación del equipo
Una persona desempleada no consigue un trabajo deseando que eso ocurra; el éxito del objetivo se multiplica si planifica cómo alcanzar ese objetivo y se pone manos a la obra. Del mismo modo, como responsables de un equipo, debemos ser conscientes de la importancia de planificar y hacer, teniendo en cuenta las siguientes reglas.
1) Hacer lo que hay que hacer.
Es esencial proponer objetivos, elaborar planes para conseguirlos y seguir esos planes hasta alcanzarlos. Ahí reside la verdadera esencia de la motivación personal y profesional. No se puede esperar a estar motivado para actuar; es mucho más sencillo y eficaz actuar para sentirse motivado.
2) Aceptar los cambios.
Todo es provisional y como tal, tanto los objetivos como las motivaciones pueden cambiar. En un contexto empresarial, cobra especial relevancia la comunicación para percibir esos cambios, trasladarlos y mantener la motivación del equipo.
3) Asegurar el bienestar del equipo.
Las personas que forman parte de la organización son su principal activo. Por ello, es importante que se sientan cuidadas y valoradas; pero también que se encuentren sanas y satisfechas. El trabajo es una parte esencial del día a día, y desde ese ámbito, no se puede olvidar la influencia que tiene este en la salud y el bienestar de las personas: desde la limpieza que crea espacios saludables de trabajo, hasta el fomento de la actividad física; son muchas las cuestiones en las que se puede mejorar el bienestar.
4) Motivar, no animar.
En un momento dado, es posible que parte del equipo necesite ánimos. Que una persona necesite un empujón para cambiar sus emociones. Pero eso no es motivar; manipular las emociones es fácil y se puede conseguir con frases que inspiren, música o ejercicios en grupo. La motivación del equipo va mucho más allá; por ejemplo, es ampliar la zona de confort, es ofrecer seguridad y es visualizar un objetivo retador e ilusionante.
5) Presta atención a las señales.
La desmotivación tiene el gran problema de que, cuando aparece, hace que la persona afectada se deje llevar. Así, es mucho más difícil detenerla y es más probable que aumente, pudiendo derivar en tristeza. Y la tristeza tiene el gran problema de que es adictiva, con posibles consecuencias graves. Pero además, la desmotivación es tan contagiosa como la motivación. Por eso es fundamental, como líder, prestar atención a las señales de desmotivación y actuar sobre ellas.
¿Necesitas ayuda?
En esta vuelta de las vacaciones, hay dos grandes proyectos que se deben abordar en las empresas. El primero, una reincorporación segura y saludable en la vuelta al trabajo presencial. El segundo, aumentar la motivación del equipo para alcanzar los objetivos. En Rivera estamos a disposición de todas aquellas empresas para, desde nuestro ámbito de actuación, ayudar al éxito de ambos proyectos:
- Limpieza ECO Friendly que permite crear espacios saludables de trabajo.
- Consultoría de reincorporación, un servicio de acompañamiento para la vuelta al trabajo presencial.
- Limpieza de desinfección para prevenir contagios en la vuelta a la oficina.
Consúltanos sin compromiso y elaboramos una propuesta personalizada.