El bienestar ha sido siempre una de las preocupaciones del ser humano; y en los últimos tiempos, la actividad física se ha erigido como uno de los fundamentos para lograrlo. Por ello, los centros de entrenamiento, clubes deportivos y gimnasios han proliferado en ciudades como Bilbao y sus alrededores.
Los gimnasios son lugares con una gran afluencia de gente. Dependiendo del horario escogido, suelen tener una actividad frenética; pero incluso en las horas con menos clientes, lo normal es que esté continuamente entrando y saliendo gente, lo que hace que la higiene en centros deportivos cobre mayor relevancia.
No existe razón alguna para tener un establecimiento en condiciones de limpieza deficiente. No se trata sólo de ofrecer una buena imagen y atraer más clientes; de lo que realmente se trata es de cuidar de la salud de las personas que trabajan en los centros deportivos y de las que entrenan. No en vano, una correcta higienización de los espacios de aseo y entrenamiento reduce drásticamente la posibilidad de contagios, como por ejemplo de hongos.
La limpieza es uno de los factores determinantes a la hora de elegir gimnasio. Los clientes relacionan la limpieza de las salas de entrenamiento con la calidad del servicio, pero, aunque no sean conscientes de ello; también impacta directamente con la calidad del ejercicio. La limpieza ecológica puede favorecer una correcta respiración durante la práctica deportiva, lo cual es uno de los fundamentos de un ejercicio físico efectivo.
Además, la limpieza rutinaria sirve para crear una mayor sensación de confort. Simples detalles como eliminar marcas de dedos en el suelo, rastros de sudor o la grasa de las máquinas tienen un impacto positivo en el bienestar de los usuarios.
La dificultad de mantener la higiene en centros deportivos
La limpieza de centros deportivos es una labor muy exigente; por su importancia y por su complejidad. La afluencia de gente es uno de los factores que más complican el mantenimiento de la higiene en centros deportivos ya que en un negocio muy concurrido es más fácil que se genere suciedad (y de muy distinto tipo). Al mismo tiempo, la cantidad de gente entrando y saliendo, o realizando distintas actividades físicas, complica las tareas de limpieza, que podrían interferir con las rutinas de los usuarios. Por si fuera poco, a más usuarios, más posibilidad de alergias o situaciones atípicas; por lo que se deben utilizar productos de limpieza inocuos.
La constante entrada y salida de clientes facilita el transporte de suciedad y bacterias. A este problema se une habitualmente la falta de ventilación, que es común en espacios de este tipo por su disposición. Con estas condiciones, es habitual la proliferación de bacterias y gérmenes si se descuida la limpieza del gimnasio.
La limpieza de los centros deportivos se complica también por los distintos materiales que podemos encontrar en el local. Por ejemplo, podemos tener distintos tipos de suelo (algunos de ellos con peligro de deslizamiento con líquidos), ventanas y espejos que requieren una limpieza de cristales, material informático en la oficina, tatamis o salas en las que la actividad se realiza con pies descalzos, etc.
Por otro lado, en estos recintos deportivos solemos contar con lugares especialmente sensibles como vestuarios o saunas. La afluencia de gente facilita que los vestuarios y duchas estén húmedos de forma prolongada, con el consiguiente aumento de probabilidades de proliferación de bacterias.
Otra de las dificultades añadidas de limpiar un gimnasio es la gran cantidad de recovecos y rincones donde se acumula polvo y suciedad. La disposición de las máquinas puede minimizar este problema; pero no siempre lo permite el espacio disponible. La limpieza de estos lugares es compleja: requiere tiempo y una labor concienzuda.
Y, por último, entre los principales factores que pueden dificultar las tareas de limpieza y convertir el centro deportivo en un lugar desagradable para los usuarios, es el material de entrenamiento mal higienizado. Mancuernas, bicicletas estáticas, bosus, colchonetas… No sólo estamos hablando de la limpieza del local; es que hay una amplia disponibilidad de material que usa mucha gente, donde se acumula suciedad, restos de sudor y polvo. Material que hay que limpiar frecuentemente y de forma individual; y maquinaria compuesta de muchos elementos con distintos puntos de contacto con el cuerpo de los usuarios.
Mantener la higiene en centros deportivos es una tarea que requiere profesionalidad y la formación del personal de limpieza, empleo de productos de calidad, procesos de limpieza ECO Friendly y tecnologías innovadoras. ¿Quieres tener el local de entrenamiento ideal? Contacta con nosotros para que elaboremos un protocolo de eficacia demostrada, etiquetado con el Ecolabel, en tus instalaciones deportivas.